La abundancia de agua es una característica distintiva que enriquece la experiencia de nuestros visitantes. Contamos con hasta siete emplazamientos diferentes de fuentes y chorros, convirtiendo la exploración de Lupiana en una experiencia refrescante y única.
Cada fuente y chorro en nuestro pueblo cuenta con su propia historia y encanto. Desde antiguas fuentes de piedra que narran la historia del pasado hasta chorros más modernos que reflejan la evolución de Lupiana, cada rincón ofrece un encuentro especial con nuestra rica herencia.
Así que, mientras paseas por las pintorescas calles de Lupiana, no dudes en explorar estos oasis de frescura. Sumérgete en la belleza de nuestras fuentes, descubre la serenidad que ofrecen nuestros chorros y deja que el sonido relajante del agua te guíe a través de una experiencia única en nuestra encantadora villa.
¡Disfruta de la abundancia de agua que le da vida a nuestro querido pueblo!
Situada al noreste del ‘Prao’ se sitúa una pequeña y moderna fuente, de hierro fundido.
No por ser pequeña y quedar algo escondida, es menos utilizada, pues da servicio a un parque con columpios y a un merendero que se encuentran situados al lado.
Pero si la fuente del prao cobra sentido por algo, es porque calma la sed de nuestros deportistas, pues es en el prao, donde se encuentran las pistas polideportivas, además de una enorme pradera de césped natural donde practicar todo tipo de deportes, realizar otras muchas actividades de ocio, o simplemente descansar y dedicarse a la contemplación de un bello paraje.
Quedan pocos municipios en los que todavía quede una pradera verde tan grande como ‘nuestro Prao’.
A escasos cien metros del monasterio de San Bartolomé, aparece la fuente de los Siete caños en un privilegiado entorno natural, rodeada de una frondosa vegetación. El musgo suele cubrir los siete caños de este pilón rectangular, del que brota un agua fresca y cristalina.
No hace tanto, solía reunir a lugareños y visitantes, es un paisaje sacado de cuento.
En el Domingo de Resurrección, solía ser costumbre que los jóvenes del pueblo se congregaran en la Fuente de los Siete Caños para disfrutar de un almuerzo especial que consistía en saborear un delicioso bocadillo de tortilla acompañado de un dulce tradicional conocido como «hornazo».
Situada al noreste del ‘Prao’ se sitúa una pequeña y moderna fuente, de hierro fundido.
No por ser pequeña y quedar algo escondida, es menos utilizada, pues da servicio a un parque con columpios y a un merendero que se encuentran situados al lado.
Pero si la fuente del prao cobra sentido por algo, es porque calma la sed de nuestros deportistas, pues es en el prao, donde se encuentran las pistas polideportivas, además de una enorme pradera de césped natural donde practicar todo tipo de deportes, realizar otras muchas actividades de ocio, o simplemente descansar y dedicarse a la contemplación de un bello paraje.
Quedan pocos municipios en los que todavía quede una pradera verde tan grande como ‘nuestro Prao’.
A escasos cien metros del monasterio de San Bartolomé, aparece la fuente de los Siete caños en un privilegiado entorno natural, rodeada de una frondosa vegetación. El musgo suele cubrir los siete caños de este pilón rectangular, del que brota un agua fresca y cristalina.
No hace tanto, solía reunir a lugareños y visitantes, es un paisaje sacado de cuento.
En el Domingo de Resurrección, solía ser costumbre que los jóvenes del pueblo se congregaran en la Fuente de los Siete Caños para disfrutar de un almuerzo especial que consistía en saborear un delicioso bocadillo de tortilla acompañado de un dulce tradicional conocido como «hornazo».
En Lupiana, cada esquina es una obra maestra, cada calle un sendero hacia el pasado, cada paisaje un regalo de la naturaleza. Te invitamos a descubrir este tesoro escondido, a explorar sus secretos y a disfrutar de la fusión perfecta entre arte, cultura, naturaleza e historia que Lupiana tiene para ofrecer. «¡Ven a Lupiana y déjate llevar por la magia de este lugar único en el corazón de España!»